El juez
de la Audiencia Nacional, José de la Mata, rechaza archivar la causa contra los
letrados Manuel Delgado Solís y José Antonio López Rubal al existir sólidos
indicios de que ayudaron al líder de la Gürtel, Francisco Correa, a ocultar y
blanquear su patrimonio y en su intento de escapar a Panamá para evitar la
acción de la justicia. El Supremo expulsó de la carrera judicial a Baltasar
Garzón por ordenar las escuchas de ambos letrados con Correa en la cárcel.
El titular del juzgado central de
instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata,
ha rechazado la pretensión de los primeros abogados de Francisco Correa en
el caso Gürtel,
Manuel Delgado Solís y José Antonio López Rubal, quienes pretendían el archivo de su imputación y su exculpación en
la causa.
En su auto, el juez sostiene que existen sólidos indicios en la causa que revelan que la actuación
desplegada por ambos letrados "no se limitó a simples funciones de
asesoramiento y defensa", sino que se encaminó
"a ayudar a ocultar o encubrir el origen ilícito y el titular de los
fondos de Francisco Correa, así como a colaborar en la elusión de las
consecuencias legales de la adquisición o transmisión de bienes con origen en
una actividad delictiva".
Delgado Solís y López Rubal no se
comportaron como abogados, sino que "evaluaron el empleo de
tácticas de deslocalización personal o de testaferrato societario" para
conseguir "el objetivo de excluir u ocultar la responsabilidad" de
Francisco Correa.
En este sentido, el juez detalla las numerosas pruebas existentes en el sumario
contra ambos letrados, en forma de pinchazos telefónicos,
documentación y declaraciones de testigos que revelan "el amplio
conocimiento" que tenían estos abogados "de la estructura
societaria" opaca de Correa y de sus "actividades ilícitas de carácter
fiscal y contra la administración pública". También los viajes a Panamá de
Manuel Delgado Solís en fechas previas al intento de Correa de escapar a ese
país, lo que precipitó el estallido de la operación por el
entonces instructor de la causa, Baltasar Garzón. Garzón fue expulsado por investigar a los letrados
bajo sospecha.
Es la tercera vez que la justicia rechaza archivar la imputación contra Delgado Solís y López Rubal. Anteriormente
desestimaron su petición el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y la Sala
de lo Penal de la Audiencia Nacional.
El juez Garzón, que ya tenía los indicios de la actuación
ilícita de estos letrados por los pinchazos telefónicos practicados entre
verano de 2008 y febrero de 2009, ordenó con el respaldo de la Fiscalía
Anticorrupción que fueran intervenidas las conversaciones entre ambos y su
cliente, Francisco Correa, en la prisión de Soto del Real,
donde fue ingresado el líder de la trama después de
su detención. En una polémica sentencia, el Tribunal Supremo expulsó al juez
Garzón de la carrera judicial por ampliar las escuchas a otros letrados del
procedimiento.
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