lunes, 31 de octubre de 2016

Ada Colau responde a las amenazas de Convergencia i Unió de presentar una moción de censura

El pasado viernes, en Barcelona, CiU generó un gran titular de prensa cuando se ofreció “a liderar una alternativa” al gobierno de Barcelona en Comú en el Ayuntamiento de Barcelona. Es decir, amenazó con una moción de censura para echarnos del gobierno. Para que esta “alternativa” fuera viable necesitaría al menos 21 concejales y, por lo tanto, el apoyo de PP, Ciutadans y ERC. Una alianza que nacería, como un Frankenstein, de la unión forzada y antinatural de cuerpos muy diferentes y en principio muy poco compatibles. CiU y ERC, ¿irán de la mano en Barcelona de los que quieren juzgar a Carme Forcadell y a cualquiera que convoque una consulta? ¿De los que ni siquiera reconocen el derecho a decidir? Si hay una cosa que sí une a CiU, Ciutadans y PP son las políticas económicas de derechas, neoliberales y al servicio de los grupos de poder de la ciudad. Pero... ¿ERC? Una fuerza con la cual hemos podido ponernos de acuerdo en políticas sociales y con la cual hemos votado la mayoría de medidas de cambio, ¿pactará con las fuerzas de derechas de la ciudad? ¿Pactará con PP y Ciutadans? 

Ayer mismo, en el Congreso, fuimos testigos de lo que pasa cuando un partido de izquierdas traiciona sus principios. El resultado: un partido roto y un gobierno de derechas. Parece, pues, que no estamos ante una propuesta muy viable ni creíble. Más bien parecería un intento de estrategia de desgaste que persigue fines partidistas más allá de Barcelona. Porque todo esto sucede, oh casualidad, cuando el gobierno de la Generalitat está menos cohesionado que nunca, cuando parece que las elecciones catalanas serán pronto y CiU y ERC compiten para ganarlas, a la vez que el espacio de los Comuns crece sin cesar en Cataluña. 

Algunos creen que, atacando la estabilidad en Barcelona, podrán debilitar esta fuerza de cambio, pero, humildemente, creo que se equivocan, porque la gente tiene criterio propio, mucho más allá de lo que digan los partidos. Las últimas encuestas municipales hablan de un nivel de satisfacción con el gobierno y la gestión de la ciudad al cual no se llegaba desde los tiempos de Pasqual Maragall. Barcelona ha recuperado, además, liderazgo internacional y mucha gente de todo el mundo tiene la mirada puesta en las políticas que estamos implementando en materias tan diversas como vivienda, movilidad, energía o gestión del turismo. Está claro que queda mucho por hacer y que seguro que podemos mejorar. Pero que no digan que quieren impulsar una moción de censura "por responsabilidad". Que no digan que buscan “estabilidad". Que no digan que lo hacen "por Barcelona". 


Esta ciudad necesita una oposición constructiva que deje de paralizarlo todo porque está con la mirada puesta en las elecciones catalanas o preparando ya la campaña de 2019. Una oposición que deje de gesticular acusándonos de gesticular, mientras pone trabas a una fiscalidad más justa, a unos presupuestos más sociales o al plan de gobierno con más participación ciudadana de la historia de la ciudad. Desde el gobierno municipal, seguiremos trabajando como hasta ahora, con la misma convicción con la que lo hacemos para mejorar la vida de los vecinos y vecinas de la ciudad; con la misma voluntad de seguir aprendiendo y mejorando mientras trabajamos; con la máxima voluntad de diálogo y acuerdo con aquellos que quieran trabajar por la ciudad, y no por intereses personales o de partido.

Miguel Hernández nació un 30 de octubre...

Falleció en 1942, cuando tenía 31 años, en una cárcel fascista, de tuberculosis. Murió como un perro con rabia, abandonado y enfermo. Federico García Lorca y Miguel Hernández son dos poetas que a nosotros nos daría vergüenza mencionar en el extranjero por cómo fueron asesinados, con total impunidad, por aquellos que hoy en día se llenarían la boca con "la marca España" y que nos vuelven a gobernar. 



Hoy, más de un libro de texto engaña a nuestros jóvenes diciendo que "Lorca murió durante la guerra". No, señores, a Lorca lo fusilaron al alba. Murió asesinado. A Hernández lo mataron indirectamente. Tras el final de la contienda, el alicantino intentó exiliarse, pero lo interceptaron los fascistas portugueses. Deportado a España, ingresó en prisión, donde enfermaría hasta apagarse en plena juventud. Su delito fue cantarle a la libertad en medio de la noche franquista. Aquí, el poeta de brazos cruzados y negra chaqueta.

domingo, 30 de octubre de 2016

Fue Rajoy y no Rufián quien humilló al PSOE

La bancada socialista estallaba de ira e indignación. Minutos antes de permitir al líder del partido más corrupto de la democracia perpetuarse en la Moncloa, las caras del nuevo PSOE se rasgaban las vestiduras ante la tosca intervención del portavoz de ERC. Gabriel Rufián dijo algunas verdades en su discurso centrado en denunciar la “gran traición socialista” a sus votantes. Sin embargo, su tono desabrido y su habitual sobreactuación le restaron credibilidad y eficacia. Lo de Rufián no pasaba de ser una triste anécdota; por eso resultaba patético ver heridos en su orgullo a los mismos diputados socialistas que habían escuchado, cabizbajos, como les humillaba el candidato de la derecha al que iban a convertir, nuevamente, en presidente del Gobierno.
El Mariano dialogante del pasado miércoles, se transformó en el Rajoy prepotente y autoritario de siempre. En su discurso no solo no se molestó en agradecer su abstención a los socialistas, sino que se limitó a decir que era consciente del significado de la votación del pasado jueves, "así como la que otros han anunciado para el día de hoy". “Otros”, un término que recuerda mucho al “señor del que usted me habla”; toda una declaración de humildad y cariño.
Pero más allá de la terminología empleada, el presidente del Gobierno subió a la tribuna tan consciente de que tiene la sartén por el mango que se dedicó, exclusivamente, a marcar líneas rojas. "España necesita un Gobierno que esté en condiciones de gobernar. No de ser gobernado, sino de gobernar". Una sarta de mensajes claros para ese nuevo PSOE cuyos portavoces afirman que van a "crujir a Rajoy" desde la oposición: "No estoy dispuesto a derribar lo construido… no puedo aceptar su demolición… No se puede pretender que gobierne yo y traicione mi propio proyecto político que además fue el más apoyado por los españoles. No me pidan ni pretendan imponerme lo que yo no puedo aceptar".
Ni un solo diputado socialista, de los que pensaban abstenerse a conciencia, se removió en su asiento mientras el candidato, su candidato, les leía la cartilla. Ninguno se replanteó su voto cómplice ante la reaparición del Rajoy en estado puro. Ni siquiera su portavoz quiso replicarle en su intervención. Antonio Hernando subió a la tribuna con el discurso escrito, sin afear al líder popular el tono empleado y con visibles ganas de dar por terminado cuanto antes el papelón que, por deseo propio, le tocaba jugar.
Otros portavoces del nuevo PSOE salían de la sesión diciendo que el lunes comienza una nueva etapa y que lo peor para el partido ya ha pasado. Se equivocan; lo peor para los socialistas empieza, justamente, a partir de ahora. Quienes conocen la dinámica parlamentaria saben que no se gobierna, por mucho que se diga, desde el Congreso. El Gobierno tendrá capacidad de veto para parar cualquier iniciativa parlamentaria que afecte al equilibrio presupuestario; lo que es tanto como decir que Rajoy tiene un cheque en blanco para seguir con sus recortes y con las políticas económicas que han disparado la desigualdad. El resto de iniciativas ya sabemos cómo acabarán porque esta película ya la hemos visto durante el último año: las resoluciones parlamentarias que incomoden al Ejecutivo serán incumplidas sin más, generando un conflicto de competencias que resolverá el Tribunal Constitucional dentro de 6 o 7 años; la eficacia de algo tan serio como reprobar a un ministro, ya la hemos visto en el caso de Jorge Fernández Díaz. Todo esto ocurrirá y de cada medida que tome el Gobierno de Rajoy será corresponsable el Partido Socialista; de cada nuevo caso de corrupción que salpique el PP será cómplice pasivo el Partido Socialista.
Salvo el improbable caso de que el PP consiga el apoyo de los nacionalistas, el nuevo PSOE sabe que tendrá que tragarse también los presupuestos que le mande Rajoy. La negociación para el presidente será sencilla: o me apoyas o convoco elecciones. Esa espada de Damocles ya pende sobre el grupo socialista. Su capacidad de influir en el Gobierno es más que escasa y ellos, digan lo que digan públicamente, lo saben perfectamente.
El 29 de octubre de 2016 pasará a la Historia como el día en que un nuevo PSOE traicionó a sus votantes y renunció a ser oposición; se suicidó públicamente porque el único objetivo de sus ideólogos era acabar como fuera con Pedro Sánchez. Un Pedro Sánchez que, pese a algunos indudables errores, junto a los diputados socialistas que incumplieron la disciplina de voto, dio un ejemplo de honradez y dignidad. Su rebeldía, su fidelidad a la palabra dada es el único pequeño rayo de luz al que sus militantes y simpatizantes puedan agarrarse en las duras semanas que vienen por delante. Lo peor para el PSOE está por llegar.
Carlos Hernández.  
Carlos Hernández

viernes, 21 de octubre de 2016

Por qué protesté contra González y Cebrián

Javier González, un estudiante de la UAM explica el escrache del día 19

“La libertad de expresión ampara también mostrar tu descontento con que ciertas personas den conferencias en tu universidad. Nadie les prohibió la entrada. Ellos decidieron marcharse para no enfrentarse a las verdades que se les gritaban”

Soy uno de los estudiantes que participó en la protesta contra Felipe González en la Universidad Autónoma de Madrid, el pasado miércoles 19 de octubre, y he decidido expresar lo que pienso sobre el linchamiento mediático que se está produciendo sobre los y las estudiantes, cuya única intención era hacer público su rechazo hacia el expresidente González. Ya que solo se ha escuchado la voz de los medios, controlados en buena medida por uno contra los que iba dirigida la protesta, creo necesario hacer llegar a la opinión pública la voz de los y las que participamos. Lo que a continuación escribo es completamente personal, no representa ni a un grupo de personas ni a un colectivo, pero creo que muchos y muchas participantes estarán de acuerdo con ello.
Primero quiero dejar claro que la convocatoria de la protesta no estaba firmada por ninguna asociación, precisamente porque los y las estudiantes se sumaron a título personal. Tampoco tiene nada que ver con la acción Podemos. Siento decirles que la inmensa mayoría de los y las participantes no es, precisamente, defensora de este partido político. Intentar vincular la protesta con este partido con el argumento de que las proclamas coreadas eran muy similares a las dichas por miembros de este partido no demuestra la relación de este con la protesta, sino que lo que se reivindica está presente en la vida de esta sociedad y no es cosa de unos pocos, sino un tema de gran alcance y relevancia.

El País llama cobardes a los y las que protestaron, porque muchos y muchas llevábamos la cara tapada. Ojalá pudiéramos participar en acciones amparadas por la libertad de expresión y perfectamente dentro de los márgenes de la democracia, sin tener que tapar nuestros rostros, pero por desgracia no es posible por la Ley Mordaza y otras medidas represivas que llevan a cabo las instituciones. Buena muestra de esto es la información que afirma que la UAM va a analizar las imágenes para identificar a los y las estudiantes que participaron y tomar medidas. Estas medidas podrían significar en la práctica una condena con represalias académicas, con el objetivo de meter miedo para intentar que las voces críticas no sean expresadas.
También se ha aludido a estas caretas que cubrían las caras como un instrumento de apoyo a miembros de ETA, concretamente en el periódico La Razón. Esto es ROTUNDAMENTE falso. Los nombres son de víctimas civiles de los GAL, que nada tenían que ver con ETA o su entorno. Excepto Lasa, elegido por su relevancia como primera víctima de este grupo terrorista, cosa que no muestra el apoyo a un grupo terrorista, sino el rechazo de toda violencia y cualquier acto terrorista, independientemente de contra quien vaya dirigido. Porque nosotros sí que sabemos condenar el terrorismo venga de donde venga, no solo cuando nos interesa para sacar réditos políticos.

Los símbolos, a los que también aluden La Razón y otros medios, como la pancarta alusiva al acercamiento de los presos de ETA o alguna bandera, no son representativos del conjunto de la protesta, sino símbolos que exhibieron individualmente algunos participantes. Los organizadores no querían símbolos en la manifestación al margen de los alusivos a los motivos de la protesta, pero cuando participa tanta gente, cualquiera puede decidir libremente mostrar sus símbolos, aunque estos no representen los motivos ni objetivos de la protesta.
Todos los medios coinciden en resaltar el carácter violento de la protesta, e incluso una reportera de una cadena de televisión llegó a decir que había sido recibida a puñetazos. Esto es falso, otra muestra más de las mentiras y manipulación de los medios. Cuando se organizó la protesta, se dejó claro que era pacífica, que no se quería que hubiera violencia alguna y que esta era rechazada. El motivo que usan para hacer estas afirmaciones se refiere a un momento muy concreto y aislado, en el que algunos y algunas participantes, aprovechando que abrieron la puerta para dejar pasar a unos asistentes a la conferencia (a los que no se les impidió acceder, al contrario: se les abrió un pasillo para que pasaran), intentaron acceder a la sala, acción que se topó con la oposición de los encargados de controlar las puertas de acceso. En ese momento se produjo un forcejeo que consistió en empujones, de unos para acceder y de otros para impedirlo. Esa fue toda la violencia que se registró. Por lo tanto, no podemos extrapolar lo sucedido en un momento específico a toda la protesta, ya que no fue el centro ni la tónica de esta.
A raíz de la protesta se ha generado un debate sobre la libertad de expresión. Pues bien, los que han saltado como sus máximos defensores deben saber que la libertad de expresión ampara, también, mostrar tu descontento con que ciertas personas den conferencias en tu universidad: esto es legítimo y un claro ejercicio de los derechos democráticos. Antes de que nadie me critique por decir esto, argumentando que la libertad de expresión es para todos y todas y que a González y Cebrián se les coartó, espero que quede claro que estas personas se expresan libremente cuando, donde y como quieren, ya que tienen en su poder el control de los medios.
De igual modo, en la universidad nadie les prohibió la entrada o les “tapó la boca”. Ellos decidieron marcharse para no enfrentarse a las verdades que se les gritaban. Ojalá hubiera salido González a rebatir los argumentos, pero no lo hizo porque no puede, porque los hechos están ahí.
Creo además que es perfectamente legítimo y democrático rechazar la presencia de quien ha vulnerado los Derechos Humanos, siendo el responsable político de un grupo terrorista montado por el Estado (los GAL), y más cuando viene a hablar sobre la crisis de los refugiados en Europa o apoyando el TTIP o el CETA, dos tratados que terminarán con la democracia tal y como hoy la conocemos. Que González venga a hablar sobre la democracia de las instituciones europeas es reírse en la cara de todos y todas; algunos estudiantes no queremos que quien intenta reírse de nosotros y quien contribuye a agrandar las desigualdades sociales venga a la universidad.

Me quedo con una frase que leí en una red social y que decía más o menos que parecería que los responsables de atentados, del terrorismo de Estado y de los asesinatos de inocentes sean las y los estudiantes de la Autónoma. Nuestra protesta ha recibido más condenas que la actividad de los GAL. Deberíamos hacérnoslo mirar y revisar qué pasa con nuestros principios para que un acto de protesta estudiantil sea criminalizado de una forma que ni se acerca a las reacciones que genera el terrorismo de Estado. Quiero pensar que los lectores y lectoras de la prensa, que los telespectadores y telespectadoras y los y las oyentes de la radio, es decir, la sociedad, es suficientemente madura y librepensadora como para mirar de una manera crítica la información de los medios afines al poder y elaborar su propia conclusión sobre los hechos.
La mayoría de los medios no transmiten la información, sino que la transforman a su gusto y la transmiten de la manera que más les conviene para emitir el mensaje que consideran adecuado a sus intereses. Antes de juzgar, analicemos bien las situaciones, miremos toda la información y adoptemos una posición crítica que nos permita estar prevenidos ante la manipulación. Si hacemos esto, los medios cercanos al poder perderán su influencia de creación de opinión y estaremos más cerca de ser una sociedad libre.

sábado, 8 de octubre de 2016

La hopocresia del PP en el caso Gürtel, se alinea con Luis Bárcenas y todos los acusados pidiendo la nulidad del proceso

El Partido Popular ha escogido alinearse con el núcleo duro de los acusados. Su representante en el juicio del caso Gürtel informó ayer al tribunal de que respalda expresamente una larga lista de nulidades que, en la práctica, pondrían fin al juicio. Siguiendo la estela de acusados como Luis Bárcenas o el número dos de la trama, Pablo Crespo, el PP ha mostrado su «adhesión» a las cuestiones previas planteadas por el resto de defensas. A juicio del PP, en la investigación se han vulnerado diversos derechos fundamentales, «desde el derecho a un juez ordinario predeterminado ley, al derecho a un proceso con todas garantías, al derecho a conocer la acusación, al derecho a la tutela judicial efectiva».
El abogado Jesús Santos ha citado expresamente la «ilegalidad» de lo que describió como «el acto generador e iniciador de este procedimiento», en referencia a las grabaciones ocultas a Correa que sirvieron para poner en marcha la investigación.
Igualmente citó -casi se regodeó- las «también ilegales, ilícitas y delictivas» grabaciones en prisión ordenadas por Baltasar Garzón, cuya designación como instructor también consideró ilegal. Esas grabaciones, recordó Santos, le valieron al juez una condena y llevaron al Supremo a hablar de actuaciones propias de «estados totalitarios».
El representante del PP convino en que esas grabaciones fueron ya retiradas de la causa, pero añadió que eso, para el partido, no es suficiente. «Lo que no se ha podido expulsar del procedimiento son los conocimientos que esas conversaciones ilegales y delictivas generaron en funcionarios de la Udef, de la representación delMinisterio Fiscal y del propio juez instructor». Ahora, prosiguió, el tribunal deGürtel debe determinar cómo ha contaminado ese conocimiento adquirido ilegalmente el resto de la investigación.
Si se estimaran en toda su extensión las nulidades respaldadas ayer por el PP, habría que considerar que, jurídicamente, el caso de corrupción que desde 2009 ha minado al Partido Popular nunca existió.
El ataque a las raíces del caso Gürtel llegó, curiosamente, después de que el representante del PP comenzara su intervención restando importancia a la presencia de la formación política en este procedimiento.
Resaltó que estaba allí como responsable civil, no penal, y además un responsable civil de segunda categoría. «Es significativo de cara a las repercusiones mediáticas que este proceso tiene. Es significativa nuestra ubicación en esta última fila, en los últimos lugares, detrás de una columna».

Tras plantear sus objeciones generales a la causa, el ataque del PP pasó a su situación particular. Lo hizo lamentando la «inexacta, imprecisa e inconcreta» determinación de la acusación formulada por sus ex compañeros del Ministerio Público (Santos fue teniente fiscal de la Audiencia Nacional), algo que ha «impedido» al partido defenderse correctamente.
El PP ha sido llamado a juicio como partícipe a título lucrativo, que según ha recordado el letrado se atribuye a quien beneficia del delito sin haber participado en él ni haber tenido conocimiento de su comisión. Ese beneficio -«No llega a 250.000 euros»- consistiría en que el PP se habría ahorrado los gastos electorales de los ex alcaldes de Majadahonda Pozuelo de Alarcón -acusados en el juicio-, que eran sufragados por la trama de Francisco Correa.
«Aún no sabemos qué actos de campaña concretos pueden suponer ese beneficio. No sabemos ni qué, ni quién, ni cómo, ni dónde», lamentó el letrado. En el caso de Pozuelo, resaltó que el escrito de acusación de la Fiscalía reconoce que la trama uso fondos «de origen desconocido» y se gastaron en actos «que no se han podido determinar». «Si no sabemos origen y no se pueden concretar, tenemos enormes dificultades para alegar pruebas con las que contrarrestarlo. ¿Qué documentos podemos traer, qué facturación de campaña?».
A esa «indeterminación» de la acusación se añade que, en todo caso, «no debería ser el PP» el que se sienta en este juicio, «sino los grupos municipales del PP enMajadahonda Pozuelo». Es decir, que acotó lo sucedido -aunque sin mencionarlo- al PP de Madrid, entonces en manos de Esperanza Aguirre. Si se está responsabilizando al PP, prosiguió, es por la ignorancia de la Fiscalía sobre las características de los grupos municipales. «Son conceptual, ontológica y jurídicamente diferentes de los partidos». Por ese motivo, y en el caso de que el tribunal decida seguir adelante con el juicio pese a las nulidades, el PP reclama que sea sin su presencia. «La plena indefensión efectiva debe generar que seamos excluidos del procedimiento en esta fase», concluyó.
La representación del PP intervino a última hora de la sesión de tarde. Justo después de la de Ana Mato, que está en la misma situación procesal que el PP y dio muestras de que se puede optar por un perfil mucho más bajo. La abogada se limitó a pedir que se le dispensara de asistir a todas las sesiones y a resaltar que la ley respalda que la ex ministra no se haya presentado a la vista oral y no tenga que pisar en ningún caso la sede judicial.