domingo, 24 de diciembre de 2017

Disfunción de la representación política en Cataluña, resultados de 2017

Ante los resultados de las elecciones catalanas del 21 de diciembre circulan comentarios y quejas sobre el sistema de representación catalán. Desde sectores conservadores la queja comienza por las consecuencias del sistema D´Hondt que favorece a los más votados. No podemos acordarnos de Santa Marta sólo cuando truena, por lo que conviene recordar que es precisamente ese sistema el que hace que a nivel estatal el PP tenga una cómoda mayoría con sólo un tercio de los votos. Pero en realidad sí existe una circunstancia que crea importantes disfunciones en los resultados de las elecciones autonómicas en Cataluña, no sólo en este año, es algo histórico. Para analizar la situación hay que comenzar por el hecho de que Cataluña no tiene ley electoral propia

El 17 de enero de 1980, el presidente Tarradellas firmó un decreto convocando las primeras elecciones al Parlamento de Cataluña. El decreto tenía voluntad de ser transitorio, a la espera de que viera la luz la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que no se publicó en el BOE hasta 1985. Esa voluntad de provisionalidad, sin embargo, ha caído en saco roto.

Treinta y nueve años después, aquel decreto continúa vigente. Y lo que es muy relevante, la distribución de escaños entre las cuatro circunscripciones electorales (que se corresponden con las cuatro provincias catalanas) no se ha tocado un ápice. Hasta el punto de que Cataluña es hoy la única comunidad autónoma, pese a su amplio autogobierno, que no cuenta con una ley electoral propia una ley propia.

Como consecuencia de todo esto, la realidad es que el número de diputados que se eligen en cada provincia no es proporcional al número de habitantes o de electores de cada provincia, destacando en extremos opuestos las provincias de Barcelona y de Lleida. Según el censo electoral, Barcelona cuenta con el 74,81% de electores de toda Cataluña, 3.975.943 electores, y en cambio sólo elige el 63% de los diputados, 85 de un total de 135, correspondiendo un diputado por cada 46.775,80 electores. En el extremo contrario se encuentra la provincia de Lleida que con el 5,6% de electores elige el 11,11% de los diputados, correspondiendo 19.858,40 electores por cada diputado.

 Provincia
Electores
% electores
diputados
% diputados
Electores/diputado
Barcelona
3.975.943
74,81
85
62,96
46.775,80
Girona
499.740
9,40
17
12,59
29.396,47
Lleida
297.876
5,60
15
11,11
19.858,40
Tarragona
548.710
10,32
18
13,33
30.483,89
Total
5.322.269

135



Se da además la circunstancia de que las provincias que se encuentran sobrerepresentadas son también las provincias más independentistas. Si además tenemos en cuenta que el sistema electoral español beneficia a las mayorías llegamos a entender porque los partidos independentistas (JxCat, ERC más la CUP) tienen mayoría absoluta teniendo menos votos que los partidos no independentistas. El reparto de diputados por circunscripción se hace según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). En su momento se eligió este modelo para beneficiar al partido más votado, y así garantizar gobiernos fuertes al posibilitar que el partido más votado, aunque quede lejos del 50% de los votos, se pueda asegurar una mayoría absoluta de diputados.

Una representación más justa en Cataluña pasaría por aumentar el número de diputados a elegir por la provincia de Barcelona reduciendo en las otras tres, especialmente en Lleida y Girona. En caso de que cada provincia eligiese a un número similar a su número de electores Barcelona debería elegir una cantidad alrededor de 101 diputados, Tarragona 14, Girona 13 y Lleida 7. De esta forma en cada provincia correspondería un diputado por un número cercano a 40.000 electores.

 Provincia
Electores
% electores
Reparto equilibrado
Electores/diputado
Barcelona
3.975.943
74,81
101
39.365,77
Girona
499.740
9,40
13
38.441,54
Lleida
297.876
5,60
7
42.553,71
Tarragona
548.710
10,32
14
39.193,57
Total
5.322.269

135


Es indudable que esto provocaría importantes cambios en el peso de cada partido político, y sobre todo en la correlación de fuerzas entre partidos independentistas y no independentistas. Actualmente, entre JxCat ERC y la CUP tienen mayoría absoluta, 70 de 135 diputados. En caso de producirse un cambio más equitativo en el reparto de diputados provincias, con el resultado de diciembre de 2017 el reparto de diputados tendría una importante variación.

Barcelona
Votos
Porcentaje
101 diputados
C's
862.300
26,44 %
28
ERC-CatSí
673.285
20,64 %
21
JUNTSxCAT
618.653
18,97 %
20
PSC
494.693
15,17 %
16
CatComú-Podem
274.565
8,42 %
8
CUP
142.195
4,36 %
4
PP
141.803
4,35 %
4

Girona
Votos
Porcentaje
13 diputados
JxCAT
148.794
36.86
6
ERC
88.012
21.8
3
Cs
79.181
19.61
3
PSC
34.969
8.66
1

Lleida
Votos
Porcentaje
7 diputados
JxCAT
77.695
32.67
3
ERC
63.852
26.85
2
Cs
40.608
17.08
1
PSC
21.618
9.09
1

Tarragona
Votos
Porcentaje
14 diputados
Cs
120.010
27.47
5
ERC
104.258
23.87
4
JxCAT
95.460
21.85
3
PSC
51.689
11.83
2

Con un reparto equilibrado y justo de diputados por cada provincia entre JxCat, ERC y CUP tendrían 66 diputados en lugar de 70, por lo que no tendrían mayoría absoluta, abriéndose la necesidad de buscar acuerdos entre partidos de ambos bloques ahora enfrentados.



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