domingo, 1 de abril de 2018

Jesucristo no fue el primer personaje adorado que nació de una virgen un 25 de diciembre muriendo en una cruz

Nació un 25 de Diciembre, su madre era una virgen. Su nacimiento fue acompañado por una estrella en el este, ... fue conocido con varios nombres como La Verdad, La Luz, El hijo elegido de Dios, el Buen Pastor, la Oveja de Dios, y muchos otros. Murió después de haber sido traicionado. Su nombre no es Jesús, es Horus, que vivió 3.000 años antes de Cristo.


Horus
Horus, ("el elevado") era el dios celeste en la mitología egipcia. Se le consideraba como el iniciador de la civilización egipcia. Era el dios del cielo, de la guerra y de la caza. Era el hijo de Isis y Osiris. 

Pero no es el único dios que nació un 25 de diciembre, otro es Attis, dios griego. El culto a Attis comenzó hacia el 1200 a. C. en el monte Díndimo (actualmente Murat Dağı en Gediz, Kútahya).

Hay más dioses que nacieron el 25 de diciembre, Mitra, dios persa, nació en una caverna un 25 de diciembre de una madre virgen. Vino del cielo y nació para redimir los pecados del mundo. Era conocido como “El Salvador”, el Hijo de Dios, el Redentor, el Cordero de Dios… Con sus 12 discípulos viajó por países lejanos enseñando una doctrina de amor e iluminación para los hombres. Fue enterrado en una tumba de la cual resucita (acontecimiento que era celebrado alegremente todos los años…)

Muchas coincidencias, sorprenden tantas coincidencias, nacer de una virgen, el 25 de diciembre, resucitar después de tres días, 12 discípulos, …

Todos estos dioses o deidades tienen una coincidencia mucho mayor con algo que es pasado y presente. Desde 10.000 años antes de Cristo la historia está llena de escrituras y esculturas que reflejan la adoración al Sol. Si nos situamos en aquella época es lógico entender la preocupación y adoración hacia el Sol, surge cada día trayendo la luz, el calor y la seguridad, nos salva del frío, de la oscuridad, de las tinieblas pobladas por animales salvajes. El Sol es la vida, imprescindible para la vegetación, de él depende la vida sobre la tierra. Por todos estos motivos, nuestros antepasados adoraban al Sol. El Sol, con sus cualidades de portador de vida y salvador de la vida fue representado como representante del invisible creador o Dios. También fue conocido como Dios Sol, la luz del mundo, el salvador de la humanidad. 



Zodiaco
Además de ser conscientes de la necesidad del Sol, también estudiaban a las estrellas, lo cual les permitió reconocer y anticipar realidades que ocurrían, como los cambios lunares. Descubrieron las constelaciones, entre la más importante está la Cruz del Zodíaco, una imagen muy repetida en escritos y esculturas a lo largo de toda la humanidad, representa el paso figurativo del Sol por las 12 constelaciones mayores en un año, también muestra los 12 meses del año, las 4 estaciones, los solsticios y equinoccios. Nuestros antepasados estudiaron las estrellas y personificaron mitos elaborados que reflejaron sus rotaciones, como por ejemplo Acuario, el portador de agua que traía lluvias primaverales. 


Pero volvamos al relato del nacimiento de Jesucristo, y otros dioses, tal y como ha llegado a nuestros días, resulta evidente que la secuencia del nacimiento es claramente astrológica. La estrella del este es Sirio, la estrella más luminosa del cielo que el 24 de diciembre se alinea con las tres estrellas más brillantes del Cinturón de Orión llamadas “los tres reyes”, que junto a Sirio apuntan al lugar en que el Sol sale el 25 de diciembre. 

El fenómeno más importante que ocurre el 25 de diciembre es el solsticio invernal, o el nacimiento del dios Sol, un tema muy común en varias culturas alrededor del mundo durante los pasados milenios, incluyendo el egipcio. Desde el solsticio de verano al de invierno los días se van volviendo cada vez más cortos y más fríos, desde la visión del hemisferio Norte el Sol semeja moverse hacia el sur volviéndose cada vez más pequeño, al acortarse los días y el fin de las cosechas, a la llegada del solsticio invernal, simbolizado por nuestros antepasados el proceso de la muerte. Fue la muerte del Sol. 



El 22 de diciembre es el día en que el Sol se encuentra en el punto más bajo en el cielo, y este día, el 22 de diciembre, el Sol deja de moverse, al menos por lo que se puede percibir, por 3 días. Durante estos 3 días de pausa, el Sol reside en las vecindades de la constelación conocida como la Cruz del Sur. Después de estos tres días, el 25 de diciembre, el Sol se mueve 1 grado, esta vez hacia el Norte, comenzando un período de días más largos, el calor y la primavera. 


Por lo tanto se dice: el Sol ha muerto sobre la Cruz, ha quedado muerto por 3 días, y ha resucitado o vuelto a nacer. Ésta es la razón por la que Jesús y otros numerosos dioses del Sol comparten la crucifixión, la muerte por 3 días y el concepto de resurrección. Es el período de transición después de que el Sol cambia de dirección hacia el hemisferio Norte del planeta, llevando la primavera, y pues, la salvación. 


Así resulta evidente que el simbolismo astrológico alrededor de Jesús, lo referente a concerniente a los 12 discípulos, se refiera realmente a las 12 constelaciones del Zodiaco, con lo que Jesús, siendo el Sol, viaja acompañado de ellas. Es por esto que Jesús en el temprano arte oculto es mostrado siempre con su cabeza sobre la cruz. Para Jesús es el Sol, el dios Sol, la luz del mundo, el salvador levantado, quién voluntariamente "Viene otra vez", como cada mañana, trayendo un nuevo día. La gloria de Dios que protege contra las obras de la oscuridad, cuando es "Nacido otra vez" todas las mañanas, y puede ser visto "Venir en las nubes," en el cielo, con su "Corona de espinas", o, los rayos de sol.
Fuente: Zeitgeist

3 comentarios:

  1. interesante su exposición, pero la veo un poco radical, por que tenemos que basarnos en la teoría que usted expone y no en la existente ¿?

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    1. Pues porque es evidente que la existente no existe. Lo que usted llama la existente es sólo una teoría de una casta religiosa.

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  2. Eso de la existente será para usted, o mejor dicho, la que los jefes de la Iglesia católica quieren que se considere "la verdadera", y que no está basado en ninguna realidad científica.

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